sábado, 12 de noviembre de 2011

Lámpara de techo para el tendedero

En casa tengo un habitáculo-tendedero. Suena muy bien y muy útil, pero en la práctica ha sido un dolor de cabeza. Un espacio donde si metes el típico tendedero de suelo desplegable ya no cabes tú, con las paredes de hormigón sin rematar (al menos pintadas de blanco, algo es algo), abierto de arriba a abajo (con lo cual entran continuamente de fuera las hojas, porquería, lluvia, etc). He podido ir haciéndolo un poco funcional y otro poco bonito poco a poco. Lo primero que hice fue llamar a alguien para que me pusiera unas ventanas correderas en la pared que da a la calle, para que no estuviera continuamente abierto (algo funcional).

Y lo segundo, una lámpara para el techo (algo bonito).

Con una lámpara de saldos de IKEA, unos martillazos para quitar los golpes que traía, y varias capas de imprimación:
















Pintura blanca (varias capas), découpage con servilletas y látex (también varias capas de látex), y craquelado al final. El découpage y el craquelado fueron bastante engorrosos por ser una superficie curva. Tuve que ir cortando las servilletas dibujo a dibujo y poniendo mucho cuidado en que no se arrugasen; y el craquelado me llevó unos cuantos días, porque tenía que esperar a que se secase cada zona pequeña antes de girar un poco la lámpara y volver a echar el líquido, para evitar que gotease y quedasen pegotes por las gotas.

















Por último, una mezcla de betún de judea y aguarrás para darle un aspecto como de porcelana vieja.